Filtrar
150 g de copos de avena
50 g de almendras tostadas
30 g de semillas
30 g de coco rallado
1/2 cdta. de canela molida
1/2 cdta. de sal
Una cda. de aceite de girasol
20 ml de miel
50 g de azúcar moreno
Sobre una fuente agregamos los ingredientes sólidos: los copos de avena, las almendras partidas en trocitos irregulares, las semillas y el coco. Espolvoreamos la canela y la sal y volvemos a mezclar.
A continuación , a nuestra mezcla seca le añadiremos la miel y el aceite de girasol y lo impregnaremos todo bien hasta conseguir que se reparta de forma uniforme. Una vez lo tenemos listo, le agregamos el azúcar moreno y removemos todo bien para que se homogeneice lo más que se pueda.
Forramos un molde o bandeja de repostería con papel de hornear y ponemos la mezcla sobre él. La extendemos con un tenedor para que quede en una capa no muy gruesa.
Horneamos la granola a 140ºC (con aire) / 160ºC (sin aire) unos 20-25 minutos. Sacamos la bandeja del horno al cabo de ese tiempo y la ponemos sobre una rejilla.
Aunque parezca que la granola está blandita, al enfriarse se va poniendo crujiente. En cualquier caso, si una vez fría os parece poco crujiente, se puede meter otro ratillo en el horno hasta alcanzar la crujientez deseada. Mientras se enfría seguiremos removiéndola con el tenedor para que quede suelta.
Una vez fría, introduciremos nuestra granola en un bote de cristal con cierre hermético para conservarla crujiente hasta 2 semanas, aunque seguro que no te dura ni dos días. Es un vicio!!!
Ese crujiente dulce-salado de la granola es un poco-bastante adictivo, y ademas pega de lujo con infinidad de usos. Así que ahora solo queda disfrutar.
Esta receta de granola es una opción super saludable, ya que está hecha con cereales integrales ecológicos (sin gluten), aceite prensado en frio y sin refinar y endulzada de forma natural. No hay nada mejor que la granola recién horneada, repleta de ingredientes deliciosos y beneficiosos para la salud.
Agotado
Agotado
Agotado
Agotado
150 g de copos de avena
50 g de almendras tostadas
30 g de semillas
30 g de coco rallado
1/2 cdta. de canela molida
1/2 cdta. de sal
Una cda. de aceite de girasol
20 ml de miel
50 g de azúcar moreno
Sobre una fuente agregamos los ingredientes sólidos: los copos de avena, las almendras partidas en trocitos irregulares, las semillas y el coco. Espolvoreamos la canela y la sal y volvemos a mezclar.
A continuación , a nuestra mezcla seca le añadiremos la miel y el aceite de girasol y lo impregnaremos todo bien hasta conseguir que se reparta de forma uniforme. Una vez lo tenemos listo, le agregamos el azúcar moreno y removemos todo bien para que se homogeneice lo más que se pueda.
Forramos un molde o bandeja de repostería con papel de hornear y ponemos la mezcla sobre él. La extendemos con un tenedor para que quede en una capa no muy gruesa.
Horneamos la granola a 140ºC (con aire) / 160ºC (sin aire) unos 20-25 minutos. Sacamos la bandeja del horno al cabo de ese tiempo y la ponemos sobre una rejilla.
Aunque parezca que la granola está blandita, al enfriarse se va poniendo crujiente. En cualquier caso, si una vez fría os parece poco crujiente, se puede meter otro ratillo en el horno hasta alcanzar la crujientez deseada. Mientras se enfría seguiremos removiéndola con el tenedor para que quede suelta.
Una vez fría, introduciremos nuestra granola en un bote de cristal con cierre hermético para conservarla crujiente hasta 2 semanas, aunque seguro que no te dura ni dos días. Es un vicio!!!
Ese crujiente dulce-salado de la granola es un poco-bastante adictivo, y ademas pega de lujo con infinidad de usos. Así que ahora solo queda disfrutar.
